Datos técnicos: 19 y 18 km, 1400 y 900 m de desnivel positivo, 8,5 y 7,5 horas de marcha con paradas, respectivamente.
De las etapas más hermosas del GR 11. Particularmente son las dos que más me han gustado. Tanto que si me incineran creo que ya sé donde quiero que tiren mis cenizas...Tranquilos, que está cerca de un refugio y se asciende cómodamente, aunque como podeís suponer no tengo ninguna prisa...
La belleza y variedad de su paisajes, sus desniveles razonables y progresivos, la época del año y, cómo no decirlo, la magnífica hospitalidad del refugio de Bachimaña hacen que sea una travesía para disfrutarla en dos cómodas jornadas de 7-8 h de marcha.
Tengo que aclarar que la 27º etapa aprovecha una variante que evita descender a los Baños de Panticosa, ahorrándonos un buen tramo de descenso y ascenso posterior al refugio de Bachimaña. Asimismo esta etapa acaba en realidad en Sallent del Gállego, aunque nosotros la acabamos en el embalse de la Sarra.
Absolutamente recomendable es aprovechar en la 2º jornada para subir a los Picos del Infierno, a los que se asciende y desciende en 2-3 horas desde el cuello del Infierno. Habría que añadir 300 m más de desnivel positivo a la etapa. La panorámica es extraordinaria.
Algunos rincones como el valle del río Ara, los ibones azules o la pleta de Respumoso son un paraíso para el fotógrafo, que se pasaría el día entero en cualquiera de ellos, buscando el encuadre, la luz y el momento óptimos.
Iniciamos el camino dejando el coche en San Nicolás de Bujaruelo. Tras cruzar el puente ascendemos siguiendo el caudaloso valle del rio Ara, dejando atrás los acantilados de Ordesa. Luego seguimos una pista que llega hasta el cubillar (cabaña) de Bado. Aún entre sombras disfrutamos de una auténtica sinfonía de colores otoñales. Todo un gozo para los sentidos.
Desde Torla el mastodóntico Mondarruego. A su derecha la entrada del valle de Ordesa.
El puente de San Nicolás de Bujaruelo, inicio de la etapa.
Llaneando por el valle del Ara a buena hora.
El pico y el valle de Otal aún entre sombras.
Más colorido casi imposible. El bosque estaba en su mejor momento.
Detalle del bosque caducifolio; hayas, abedules, arces...
Seguimos ascendiendo por la pista entre las sombras.
Sin duda la foto ha quedado estupenda Carlos...
Ese momento mágico en que el sol acaricia las cumbres.
Llegamos al cubillar (cabaña en aragonés) del Bado y dejamos a nuestra izquierda el Valle de Ordiso, con un magnífico hayedo que ya empieza a estar pasado. Vemos enfrente la imponente mole del Vignemale, Comachibosa en Aragón, nombre desde luego mucho más apropiado desde esta vertiente. La luz está en uno de sus mejores momentos, creando sombras que dan más profundidad al paisaje. El ya ahora camino asciende por la derecha del rio Ara, ganando altura sin prisa pero sin pausa.
Cubillar del Bado. Al fondo el valle de Ordiso.
Valle de Ordiso.
Macizo de Comachibosa (Vignemale), con sus 3303 m. de altura.
Detalle del macizo con la Punta Zerbillona.
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Valle de Ordiso con HDR, técnica que combina 3 exposiciones
diferentes para lograr una exposición final correcta.
Mirando atrás...
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Y seguimos mirando atrás para disfrutar del otoño.
Ya se adivinan las altas cumbres.
El camino sigue subiendo amigablemente por la derecha del rio para llegar al cubillar de Labaza, ya apenas sin bosques y con la cumbres axiales al fondo. Sin embargo, algunos árboles y arbustos en plenitud de colorido compensan la desnudez de estos altos valles.
Ascendiendo hacia el cubillar de Labaza.
Solitarios arbustos alegran el camino.
Mirando atrás sorprende el alegre colorido de las laderas.
Un suave descenso nos lleva al cubillar de Labaza.
Un buen momento para reagruparse y reponer fuerzas.
Descendemos hasta la unión del rio Ara con el barranco de Espelunz, que es cruzado por un moderno puente. Aunque la tentación de seguir este valle es grande, debemos seguir hacia la derecha remontando el curso del rio Ara, para alcanzar el barranco de los Batanes y ascenderlo en dirección al cuello de Brazato.
Bajando hacia el río Ara para remontarlo hacia la derecha.
Puente que cruza el Ara para seguir hacia el barranco de Espelunz.
Barranco de Espelunz, con unas bonitas gradas que nos
recuerdan a las gradas de Soaso, aunque en terreno silíceo.
Contrafuertes del Comachibosa, que se remontan 1.500 m hasta la cumbre.
El camino asciende por el lado derecho del Ara por un buen terreno, hasta llegar a la confluencia con el barranco de los Batanes, que remontaremos hasta el cuello de Brazato o Puerto Biello (¡qué nombre tan bonito!) en aragonés. La bifurcación esta marcada por una cascada, que remontamos por la derecha.
Entre las cumbres del pico de Bacías (2760 m) y el Pico de los
Batanes (2894 m) el barranco de los Batanes.
El camino pasa por un viejo pluviómetro.
Llegamos al barranco de los Batanes, que remontaremos.
Característica cascada a la izquierda del valle del Ara.
Toca ahora la parte mas acentuada del ascenso (unos 500-600 metros) por el susodicho barranco de los Batanes. No obstante, algunos pequeños ibones, llamados de los Batanes, y las vistas hacia atrás del bíblico Vignemale nos hacen menos pesarosa la subida hasta el cuello de Brazato.
Ascendiendo bajo las estribaciones del pico de los Batanes.
La subida tiene tramos más duros, pero de buen subir.
Queridos amigos de El Hombre y La Tierra, el hombre de campo se fija atentamente...
Recordando a nuestro querido Félix Rodríguez de la Fuente,
podemos ver los restos de un colirrojo tizón,
devorados posiblemente por alguna comadreja o alguna rapaz.
¡Cómo se aferra la rala vegetación a tan pobre sustrato!
Jesús, ascendiendo a buen ritmo, espoleado por el Vignemale.
Tirando de teleobjetivo el macizo de Monte Perdido. De izquierda a derecha
los Astazus, el Marboré y el Monte Perdido entre nubes.
Comachibosa, con las gibas del Vignemale (3303 m) y la punta Cerbillona
Un pequeño descanso siempre viene bien.
Ya vislumbramos el cuello de Brazato.
Pequeño descenso hacia el Ibón de los Batanes, con el último collado a la vista.
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Ibón de los Batanes, ya muy cerca del cuello de Brazato.
El Vignemale y los ibones de los Batanes desde el cuello de Brazato.
Llegamos por fin al cuello de Brazato, desde donde se nos abre otra perspectiva, otro valle: los Baños de Panticosa y un grupo importante de cumbres de más de 3000 metros, coronadas por los Infiernos. Un rápido descenso nos llevará hasta el desagüe del represado ibón de Brazato, del que sale una tubería hacia la derecha.
Ibón de Brazato. Al fondo las cumbres de más de 3000 metros
encima de Baños de Panticosa.
En el cuello de Brazato, a unos 2550 m de altura.
Cuello de Brazato por la vertiente de Panticosa.
En primer término el ibón alto de Brazato.
De izquierda a derecha Pico de Argüalas, Garmo Negro, Punta Pondiellos y Pico
de los Arnales, que hacia atrás continúa hacia los Picos del Infierno.
LLegando al desagüe de los ibones. Giraremos a la derecha en vez de bajar a Panticosa.
Nos ahorramos la bajada a Panticosa y el siguiente ascenso a Bachimaña siguiendo un sendero que resigue la tuberia horizontal que sale del Ibón de Brazato. Llanea un buen trozo, con dos túneles incluidos, para luego ascender a un pequeño collado. Es aconsejable el frontal porque no son muy altos y las rocas sobresalen. Así os evitareís un chichón como el mío...Justo en este momento un rebaño de sarrios (nombre aragonés del rebeco o isard en catalán) nos miró curiosos. Fijaros que es una subespecie con un color del pelaje distinta a la que vemos en el Pirineo Oriental. Tras reptar y gracias a la paciencia de mis compañeros se dejaron inmortalizar con una luz magnífica.
Inicio de la variante del GR 11 que sigue la tubería del ibón de Brazato.
Primer túnel.
Segundo túnel.
El camino prosigue absolutamente llano.
Los baños de Panticosa a nuestros pies.
Abandonamos la horizontalidad de la tubería para ganar altura hacia el
refugio de Bachimaña, justo antes de una construcción, que se ve a la izquierda.
Abajo vemos la tubería y a su derecha el descenso que nos hemos ahorrado.
El otoño no sólo son hojas en los árboles.
Sabe que no soy peligroso...
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Posando con toda su fuerza animal.
Mirándonos atentamente el magnífico grupo de sarrios (Rupicapra rupicapra).
El camino asciende luego un corto tramo para luego llanear hacia el refugio, adonde llegamos con las ultimas luces. Está previsto que esta sea la ruta oficial del GR 11, ya que tiene muy poco sentido bajar a la Casa de Piedra en Panticosa cuando podemos llegar más cómodamente al refugio de Bachimaña, inagurado en el 2012.
Refugio de Bachimaña.
Y esta es la subida que nos ahorramos.
Sorteando el terreno pedregoso por fajas herbosas.
El ansiado refugio.
LLegando a Bachimaña, con el circo de Bramatuero al fondo
En fin, las chorraditas que me gusta fotografiar...
El sol se pone en las crestas de Paterneille.
El refugio de Bachimaña es una estupenda instalación, muy bien diseñada, con habitaciones que incluyen baño y ducha de agua caliente sin sobrecoste. Cenamos bastante bien e incluso nos pusieron vino sin sobreprecio. Por menos de 40 euros (sin el descuento de la Federación Aragonesa) alojamiento, ducha, cena y un buen desayuno, sin restricciones, como corresponde a unos esforzados montañeros. El personal muy atento y correcto. A ver si aprendemos los catalanes y nos miramos menos al ombligo...Y hacemos menos negocio. Hay que ser autocríticos, que es una muy saludable costumbre. Ya sabeís por donde voy...
Ferrán quizá celebra una premonición: la RX100 II que le regalarán a Jesús...
Hasta un vaso de vidrio de chupitos se trajo Luis...
Saliendo al alba del refugio.
Ascendemos por la izquierda.
Y giramos de nuevo a la izquierda para embocar el valle que conduce al cuello del Infierno.
Pasado el ibón alto de Bachimaña.
Sorteamos la cascada por la derecha.
Detalle de la cascada camino del Cuello del Infierno.
Multicolor pirámide del pico de Piedrafita o pico de Pondiellos (2916 m).
No confundir con la Punta Pondiellos.
Ibón Azul alto: el paraíso en la tierra.
Panorámica: picos del Infierno, cuello del Infierno, pico de Piedrafita y pico Gaurier
Reflejo en el lago.
Pasado el maravilloso ibón Azul Alto nos queda la ascensión al cuello del Infierno por las morrenas de los hasta hace poco orgullosos glaciares. Vereís que poco queda de ellos. El terreno es en ocasiones resbaladizo, pero sin peligro alguno.
Contemplando el paisaje. Al fondo el cuello del Infierno y la
arista N de los Picos del Infierno.
Ascendiendo por un terreno inestable.
Alguno pasó entre curiosos túneles en los neveros.
Glaciar Norte de los Picos del Infierno.
Mirando atrás el Vignemale al fondo, el puerto de Marcadau, el ibón Azul Alto,
el ibón Alto de Bachimaña (el más grande) y detrás el ibón Bajo de Bramatuero.
En el cuello del Infierno, a 2721 m de altura.
Detras los 2916 m del Gran Alto de Pondiellos.
Ya en el cuello del Infierno contemplamos uno de los ibones más bonitos de los Pirineos, el de Tebarray. Por la derecha asciende el camino para alcanzar los 2782 m del Cuello de Tebarray. Aprovechamos para subir al pico más oriental de los Infiernos, ascensión sin dificultades pero que requiere una constante atención por lo descompuesto de la roca. Hay que evitar la marmolera y pasar entre ésta y la cresta N.
Ibón de Tebarray, Gran Alto de Pondiellos (2916 m), antes llamado
Pico de Tebarray y cuello de Tebarray, antes llamado de Piedrafita.
Subiendo a los Infiernos el cuello de Tebarray y detrás el Balaitous.
Se aprecia perfectamente el camino del GR 11.
Los picos de Piedrafita, en medio, y de Gaurier,
a la derecha, a más de 2900 m de altura.
El camino evita la cresta N para ganar la arista NO.
Pequeño paso de II grado para ganar la arista NO.
Desde el pico N. del Infierno (3073 m) el Midi d'Ousseau, los picos de Arriel y Pallas
y el Balaitous. Debajo el ibón de Tebarray y el Gran Alto de Pondiellos.
Impresionante panorámica desde los Infiernos.
Y aún más extensa panorámica: desde Peña Telera al Balaitous.
Cuatro de los cinco que subimos.
Ferrán, Manuela, Jesús y un servidor en el pico del Infierno.
Volviendo al cuello del Infierno, evitando la marmolera de la izquierda.
Arista NO, con una curiosa roca horadada.
Desagüe del ibón de Tebarray.
Tras volver al cuello del Infierno y recuperar las mochilas nos queda una corta ascensión al Cuello de Tebarray, para en un empinado descenso bajar hacia Respumoso con la imponente silueta del Balaitous al fondo. A principio de temporada el descenso puede ser delicado. Las nubes crean unos curiosos contrastes.
Desde el cuello de Tebarray se aprecia mejor el cada vez más paupérrimo glaciar.
Ibon de Llena del Cantal con el Balaitous (3146 m) al fondo. A la derecha
el pico Cristal (va por tí Jesus).
Iniciamos el descenso hacia el refugio de Respumoso, pasando por el ibón de Llena del Cantal y el represado ibón de Respumoso, vacío por un desagüe para eliminar unos lodos tóxicos rio abajo. El paisaje es extraordinario, con el majestuoso Balaitous, las prístinas aguas de los lagos y las pirámides que jalonan los circos de Respumoso.
Pico de Respumoso (2727 m), antes llamado
Pico de Campo Plano.
Picos de Respumoso y de Llena o Lana del Cantal (2956 m).
Ibón de LLena del Cantal, con su pico homónimo.
A la derecha el cuello de Tebarray.
Pequeñeces en la inmensidad de la montaña.
Camino hacia la Collata de San Martín. A la derecha los picos de
Cambales, Peña de Aragón y Petite Fache.
Bajando hacia Respumoso con la pirámide de la Llena del Cantal al fondo.
Bajando hacia Respumoso. Hay que cruzar el río y subir el colladito
que se ve a la derecha, pasando al lado del antiguo refugio.
Paso del rio entre los ibones represados de Respumoso. En ocasiones es dificultoso.
Un éxito más del CEP Parets y sin mojarse...
Tras pasar el antiguo refugio se supera otro pequeño collado.
Reflejos de las crestas de Frondella.
Bonsai en Respumoso.
Artístico y tétrico aspecto del embalse vacío.
Las que yo llamo "Pirámides" de Respumoso y en medio el antiguo refugio.
Refugio de Respumoso y sus "Pirámides": Gran Facha, Pico de Respumoso,
Llena del Cantal, Piedrafita y Gran Alto de Pondiellos.
Sólo nos queda bajar hacia La Sarra por un agradable camino que transcurre entre hayedos y otras especies de predomicio caducifolio, entre cascadas y roquedos, disfrutando a cada momento de esta agradable caminata, aunque cansada debido a los casi 1500 m de desnivel de bajada. Al día siguiente se notaba...
Iniciando el descenso a Sallent de Gállego.
Ahhh...ventajas de ir de los últimos...
Bosque mixto bajando hacia La Sarra.
Paso de l'Onso.
Barranco de Arriel.
En la Plana Tornadizas.
Curioso y rectilíneo desfiladero.
Imposible no pararse...
Más y más cascadas nos alegran el camino.
Peña Foratata. Se entiende perfectamente su nombre.
Agradable camino hacia La Sarra y Sallent.
Sierra de Sestrals.
Despidiéndonos del pico de Montcalvós.
Parking en la Sarra. Fin de la etapa.
Nota: la etapa acaba en Sallent de Gállego. Dejo estos 2-3 km finales para la siguiente entrada, en que recorrí este corto pero agradable trayecto (Gracias Santi...)
25º-26º etapas: De Pineta a San Nicolás de Bujaruelo: http://elgr11dejosemi.blogspot.com.es/2015/10/gr-11-25-26-etapas-de-pineta-san.html
29º-30º etapas: De Sallent de Gállego a Guarrinza y Selva de Oza: http://elgr11dejosemi.blogspot.com.es/2015/11/gr-11-29-30-etapas-de-sallent-de.html
Enlace a las mejores imágenes del GR11 e Índice de etapas: Pinchar aquí.
Magnifica etapa. Como en el resto de entradas del blog, las explicaciones me ayudan a recordar el momento vivido ahora las neuronas a veces me hacen la "pirula". Y las fotos de concurso.....
ResponderEliminarGracias Luis. Una etapa para revivirla muchas veces. Es lo bueno de la fotografia.
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