Carena Cadi Pedraforca

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sábado, 2 de agosto de 2014

GR11, 1º Etapa: Del Cap de Creus a LLançà

GR 11: Cap de Creus-Port de la Selva-Sant Pere de Rodes-Llançà (25-Septiembre 2011)

Datos técnicos: 21 km, 1.100 m de desnivel positivo, 8h y 30 minutos de marcha con paradas.

Como podeís comprobar empezamos el GR 11 con una etapa más larga de lo habitual, puesto que los todavía largos días de Septiembre permiten caminar perfectamente en jornadas de 7-8 horas. En general está será la tónica: en jornadas de un día hacer una etapa y media y en salidas de dos días hacer tres etapas. 
Hemos quedado un grupo bastante numeroso con lo que casi hemos llenado un autocar. Poco a poco las cifras irán bajando. Tras quedar a las 5:00 llegamos al Faro del Cap de Creus sobre las 7:00, para contemplar una brumosa salida del sol. Más adelante nos acordaremos de estas nubes porque el calor fué sofocante a partir de media mañana. Una placa refleja la unión entre los dos cabos extremos peninsulares (Fisterra y Cap de Creus) en sentido este-oeste.


Panorámica desde el faro del Cap de Creus

Isla de la Massa d'Oros

Placa de los cabos de Oeste (Fisterra) a Este (Creus)

Los pioneros del GR 11

El camino evita la pista asfaltada por la que transcurre teóricamente el GR 11 en muchos mapas. Es por ello un camino estrecho y poco transitado, aunque bastante bien marcado. Transcurre entre roquedos singulares, frecuentemente con formas de seres antediluvianos, matorrales y árboles torturados por el viento, moldeados por la conocida tramontana, viento del norte muy habitual en esta zona. Se cuenta que enloquece a sus habitantes, cosa que no es de extrañar. En la vecina Portbou las rachas de 180-200 Km/h son más que habituales, pero en el país ya se han adaptado y nunca he oído accidentes o desgracias. Difícil es que te caiga un árbol encima, ya que quedan pocos y sus raíces están firmemente asentadas en el roquedo. A la altura del Puig Pelegrí se toma ya una pista que se dirige hacia el oeste en dirección al Port de la Selva. 


Cala Jugadora

Evitando la carretera

Frutos del ginebró, en castelano enebro. Con ellos se hace la ginebra.

El camino es poco marcado, como puede apreciarse

Fantásticas figuras de piedra esculpidas por siglos de tramontana

Seguimos evitando el asfalto

Algún mas (casa) abandonado en el camino

Algunos rincones están menos azotados por el viento

Sabina torturada por el viento

 Sobre las 10 paramos en una de las escasas sombras para reponer fuerzas. Pasado el Puig de n'Amat el camino evita de nuevo la pista que baja a la cala Tavallera, que es el camino oficial del GR 11 en los mapas y se convierte en un sendero, mucho mas atractivo, que evita el descenso a la cala y atraviesa la riera de cala Tavallera.


Reponiendo fuerzas en una de las pocas sombras


Retomando el camino con más energia

Curioso poste...

Atravesando la riera de cala Tavallera

Raíces y texturas, que como vereís me encantan...

Camino de Sant Baldiri


Justo antes de San Baldiri se retoma la pista y aquí hay que evitar seguir hacia el mas d'en Paltré, ya que el desvío hacia San Baldiri cuesta de ver, al ser un descenso más pronunciado. Las chumberas estaban atiborradas de frutos, aunque en Catalunya no es tradicional consumirlos como en Andalucía, por ejemplo. Antiguos bancales nos recuerdan que antaño estas tierras estaban mucho más pobladas y algunas jaças (barracas cilíndricas de pastores) nos recuerdan actividades hoy casi abandonadas. Una cosa curiosa es la manera de construirlas. Con tierra se realiza el interior. Luego se van colocando las piedras sin ningún tipo de argamasa. Así es como se consigue realizar la bóveda del techo. A continuación se retira la tierra y queda finalizada la jaça. Es tradición colocar tierra encima y plantar lirios, que impermeabilizan el techo y en primavera les dan un bonito aspecto. Y todo con los materiales de que se dispone in situ. Una pequeña maravilla de nuestros pastores y agricultores. 


Sant Baldiri

Coloridas chumberas

Feixas (bancales) abandonadas

Jaça de pastores

Tras superar un pequeño colladito volvemos a ver el mar y empieza un suave descenso hacia el Port de la Selva, antiguo pueblo de pescadores que hoy vive del turismo. Pequeñas calas, como la cala Tamariua, quedan por debajo del sendero, invitando a un refrescante chapuzón. La panorámica es magnífica, con Portbou al fondo. Tras una reparadora cerveza en una de sus terrazas nos espera lo peor de la jornada: ascender 500 metros en pleno mediodía hasta St. Pere de Rodes por un atajo que evita la carretera, como se aprecia perfectamente en la fotografía. 

Ya vemos la punta de la Creu y la bahía del Port de la Selva

Cala Tamariua

Joven de gaviota argéntea (Larus argentatus)

Panorámica de la bahia del Port de la Selva. Al fondo Portbou

Subida a St. Pere de Rodes


Recordando que aún estamos en el Mediterráneo

El ascenso es duro por el desnivel y la pendiente, pero sobre todo por el sofocante calor. Sólo las magníficas vistas de la Bahía del Port de la Selva dulcifican la ascensión. Afortunadamente al llegar al monasterio hay una zona muy agradable con una fuente y unos frondosos plátanos de sombra, que nos permiten comer y reposar merecidamente antes de acabar la jornada. 
Sant Pere de Rodes, monasterio benedictino fundado el siglo X, con un máximo esplendor los siglos XI y XII,  transmite una sensación de grandeza difícil de explicar y que no he visto en otros monasterios, a pesar de su aspecto bastante ruinoso. Ha estado abandonado desde el siglo XVIII y se empezó a reconstruir en 1934, por la Generalitat de la atea 2º República...Curioso es que la próspera iglesia católica deje arruinarse maravillas como ésta, mientras que se dedica a comprar y vender propiedades que ella misma ha escriturado...La explicación de esta extraña grandeza radica en el hecho de que bajo la cripta del altar mayor se hallaron un lote de relicarios del mismísimo San Pedro (de ahí el nombre del monasterio). 

Calurosa y dura subida a St. Pere de Rodes

Subiendo con Portbou a la izquierda y la bahía del Port de la Selva al fondo

Hace mucho, mucho calor...

Por fin, el gigantesco monasterio

¿Qué hacía este coloso en lugar tan apartado?

Refrescante fuente y sombra donde comeremos

Momentos de asueto tras la dura subida


St Pere de Rodes

St Pere de Rodes

St Pere de Rodes, con el deteriorado claustro debajo

Interior de una de las torres

Sólo queda recorrer la carena hasta la sierra de L'Estella por una pista, dejando atrás la imponente mole del monasterio y justo encima el castillo de Sant Salvador y la costa mediterránea con algunas brumas. Un confiado colirrojo tizón nos dejó inmortalizarlo hasta la saciedad, sin tener que utilizar el extremo del zoom de la compacta. 


Dejando el monasterio dirección LLançà

Cotxa fumada (Phoenicurus ochruros), en castellano colirrojo tizón


Al fondo el Port de la Selva y la punta de la Creu, de donde venimos

St. Pere de Rodes y arriba el Castillo de Sant Salvador

Acabamos esta 1º etapa tras carenear la Serra de Rodes y emprender un rápido descenso hacia el Coll del Perer, seguido de un buen sendero que nos conduce a LLançà, donde nos espera una reconfortante 2º cerveza y el autocar. Nos espera la siguiente etapa dentro de un mes, aproximadamente, ya en un Pirineo más axial. 

Última y suave ascensión del día

Bajando al coll del Perer

Descenso hasta Llançà por un marcado sendero


Enlaces a la etapa siguiente/anterior: 

2º etapa: De LLançà a Espolla: http://elgr11dejosemi.blogspot.com.es/2014/08/2-etapa-de-llanca-espolla.html



Enlace a las mejores imágenes del GR11 e Índice de etapas: Pinchar aquí. 



2 comentarios:

  1. Buena forma de recordar los caminos andados, con información adicional que ilustra mejor mis recuerdos de esos recorridos. Ya estoy esperados siguientes entregas....

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  2. D'acord amb el que ha dit en Lluís, una manera molt grata de recordar aquestes vivencies i a més amb fotos i comentaris de la fauna i la flora, em sembla perfecte!!
    D'aquesta etapa remarcar la intensa calor en el moment de la pujada a Sant Pere de Rodes que va fer que alguns de nosaltres (jo mateixa) patissim mareigos, sort que a l'arribada al monestir ens esperava aquella ombra providencial....

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